La industria azucarera española se prepara para aumentar su producción a partir de la próxima campaña, cuando no habrá ya limitaciones en la Unión Europea (UE). El tradicional sistema de cupos por países pasará a la historia y nuestro país tendrá una oportunidad para romper con unas limitaciones que hasta ahora le han hecho muy dependiente de las importaciones.
La cooperativa ACOR (Olmedo, Valladolid), por ejemplo, cerraba la pasada semana la campaña de recepción 2016-2017 con 801.997 toneladas de remolacha tipo (de 16º) -algo menos de las 878.581 del ejercicio anterior-, que será la última antes de que se suprima el sistema de cuotas en la UE, en octubre de 2017.
El jefe de Servicios Agronómicos y de Cultivos, Esteban Sanz, se muestra optimista ante la próxima campaña (2017-2018) que se desarrollará con el nuevo sistema liberalizado en la UE -tras eliminarse las cuotas que ahora limitan el crecimiento del sector en España- y, por tanto, “se podrá producir lo que se quiera”.
En este contexto, subraya que los remolacheros pueden estar tranquilos, puesto que ACOR les garantiza los precios -antes incluso de que siembren, y hasta 2020- así como el pago de toda la raíz.
De hecho, resalta que cooperativa y agricultores se preparan a conciencia para ser más competitivos en el nuevo escenario e, incluso, ACOR ayudará a los agricultores que dispongan de sistemas de riego más caros -el mayor punto débil ahora en España- para que implanten instalaciones solares y reduzcan costes energéticos. Por lo demás, los cultivadores castellanoleoneses obtienen los mayores rendimientos de Europa (con 105-107 toneladas/ha de media y hasta de 130 toneladas en algunos casos), por delante de competidores europeos como Francia o Alemania aunque estos últimos tienen a su favor la lluvia y no tienen los costes de riego.
Entre los planes de futuro, ACOR quiere aprovechar la liberalización del sector en la UE para aumentar su producción de azúcar de remolacha de 120.000 a 180.000 toneladas en dos años, lo que supondría crecer un 50 % más -especifica-, lo que se traduciría en mayores superficies y beneficios para toda la Comunidad. A más largo plazo, la firma estaría preparada para elevar su producción de azúcar de remolacha hasta las 200.000 toneladas, a las que sumarían otras 100.000 toneladas que obtendrían con el refinado de azúcar de caña, según subraya el responsable de cultivos.
Recuerda que, hasta ahora, el sistema de cupos impuesto por la UE por países ha limitado la producción de azúcar en España a menos de 500.000 toneladas, pese a que nuestro país tiene la posibilidad -añade- de ser autosuficiente, por lo que la liberalización debería ser una oportunidad para el cambio. Más aún cuando el consumo nacional se estima en 1,3 millones de toneladas al año, lo que obliga a realizar fuertes importaciones.
Azucarera
Por su parte, Azucarera también anunció a Efeagro, hace unos meses, que aprovecharía el nuevo escenario que se abre a partir de 2017, con el final del sistema de cuotas por países, para ampliar su producción hasta las 650.000 toneladas, por lo que anima a los agricultores a sembrar más remolacha y a comprarles todo en condiciones de rentabilidad.
Para Azucarera, el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) dará estabilidad en los precios hasta 2020 a los agricultores, por lo que “no puede ocurrir, en absoluto”, lo que pasó en el lácteo (sobreproducción y bajos precios en las granjas, tras acabar el régimen de cuotas de la leche en la UE). Otro acuerdo rubricado con el sector permitirá de aquí a 2020 mejorar la retribución a los agricultores en función de la calidad de la remolacha o de ahorros de costes, detalló la compañía.
IMPUESTO A LOS REFRESCOS
El sector remolachero rechaza la subida de impuestos a las bebidas azucaradas anunciada por el Gobierno y advierte de que la eficacia de esta medida “no está demostrada” para racionalizar el consumo, promover una alimentación más saludable y prevenir la obesidad. El sector remolachero azucarero -conformado por la Asociación General de Fabricantes de Azúcar de España (Agfae), Azucarera, la cooperativa ACOR, la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha, y las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA- reafirma “su compromiso con la salud de los consumidores”. Pero pide “un debate informado sobre las políticas de salud pública en torno al azúcar”, porque “lo importante es centrarse en el total de las calorías consumidas”. ACOR, por ejemplo, denuncia que “se está demonizando al azúcar”, con un “efecto psicológico” negativo para los consumidores, pese a que se trata de un producto que puede ser consumido perfectamente con moderación, “como todas las cosas”. Sin embargo, esta cooperativa española lamenta que el Gobierno no tiene previsto “penalizar” otros “azúcares sintéticos”, cada vez más utilizados en la industria alimentaria como ingrediente, y que no siempre -especifica- son saludables.
Fuente: EFEAGRO
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