España es principalmente un país importador de cereal,
producimos aproximadamente algo más de la mitad de lo que consumimos, con lo
que el resto lo tenemos que importar de otros países. Esto es de vital
importancia a la hora de entender el peso que tiene el precio del cereal a
nivel mundial en nuestro país, y porque nuestras cosechas, más o menos notables,
no son tan influyentes en el precio de nuestros cereales. Al tener tanta
dependencia de las producciones externas, son estas las que mayor peso tienen a
la hora de subir o bajar el precio en nuestro país.
En este cuadro elaborado por el ministerio de agricultura
podemos ver de manera clara como España produce 19,5 M Tn (millones de toneladas)
de cereal, donde los más productivos son la cebada, el trigo blando y el maíz.
En total hay 19,4 M Tn
de cereal producido utilizable y hay que sumarle 4,9 de existencias que
tenemos almacenadas de otras campañas.
El dato relevante es que importamos casi 11 M Tn, principalmente
trigo blando y maíz. Esto nos hace una disponibilidad final de 35,2 M Tn.
En el lado opuesto a la producción está el consumo.
Consumimos unas 30,6 M Tn de cereal, donde la mayor parte está destinada a
consumo animal, haciéndose notar el consumo humano en el caso del trigo, con
algo más de 4,6 M Tn, y aproximadamente 2,4 M Tn de maíz destinada a la
producción de bioetanol.
En lo referente a exportaciones, solo vendemos al exterior
0,7 M Tn frente a los 11 que importamos, esto es entorno a un 6%, podemos
hacernos así, una idea muy notable del peso que tiene lo importado frente a lo
exportado. Los países de destino son principalmente y con mucha diferencia
Portugal, y en segundo lugar Túnez. Quizá con el auge de la colza en los
últimos años, exportemos cada vez más a Francia, principal destino de este
cultivo.
Con este post me gustaría recalcar la importancia de otros
mercados en el precio que podemos tener aquí en España, donde como ya hemos
vivido, hay años con cosechas pésimas y en cambio los precios siguen bajos,
donde lo normal es que si hay malas cosechas, hay poco oferta de cereal con lo
que el precio debería subir, pero como ya sabemos, esto no se cumple y este es
uno de los porqués. En cambio hay otros cultivos como la alfalfa, donde somos
el segundo país exportador del mundo, que si se diese el caso de una mala
cosecha y la producción nacional disminuyera drásticamente, el precio si
sufriría grandes variaciones. Así la cantidad de alfalfa que se podría exportar
(principalmente a países árabes) sería mucho menor, y estos países pagarían mucho
más por un bien escaso, pero este cultivo ya lo analizaremos mas adelante.
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